La Resistencia, libro de Ernesto Sábato.
Para
mí, el libro son las sabias y anecdotarias palabras de un gran escritor,
palabras cargadas de un aire nostálgico, de años pasados, de un tiempo bien
vivido, que se centra bastante en la remembraza de un estilo de vida que cada
día se ve diezmado por la imposición de un nuevo estilo de vida hegemónico y
globalmente occidental, pero también porque las personas que encarnaron ese
estilo de vida se diezman también.
Se
siente una gran sabiduría enraizada en sus experiencias y años acumulados, quizás
desde una posición de decepción ideológica, de un cristianismo derrotado y de una
izquierda política actualmente estancada e infértil. La intención de la
argumentación sobre lo mejor que era el tiempo pasado, es para contextualizar
su llamado a resistir. Resistir al embiste de una sociedad arrastrada por la
prisa, guiada y “educada” con vendas globalizadas.
Sin
ser totalmente claro y/o contundente sobre cómo “resistir”, mi interpretación
al respecto es elaborar una estrategia individual y colectiva de aferrarse a
las cosas de real valor en la vida, a las pequeñas y significantes momentos y
escenas; a mantener “humana” nuestra cotidianidad, otorgándole el espacio y el tiempo
a la gente que nos rodea; buscando vivir a la mayor plenitud que nuestras
circunstancias nos permitan, deseando y provocando ser mejores; quitándonos las
vendas globalizadoras y eclesiales sobrepasando las ideas post-modernistas con
un toque de rescate de lo antiguo y de lo realmente importante para la vida en
pleno desarrollo. Es como aplicar una continua mejora a la vida individual y
colectiva, pero aterrizando las cosas abstractas a una realidad llena de significados,
llena de vida y por supuesto, nuestra.
Estas son las citas que extraje, por parecerme interesantes:
“a medida que nos relacionamos de manera abstracta más nos
alejamos del corazón de las cosas”
“Con admiración recuerdo el nombre de algunos viejos médicos
cuya sola entrada sanaba al enfermo”
“qué admirable es a pesar de todo el ser humano, esa cosa
tan pequeña y transitoria, tan reiteradamente aplastada por terremotos y
guerras, tan cruelmente puesta a prueba por los incendios y naufragios y pestes
y muertes de hijos y padres. Sí, tengo una esperanza demencial, ligada,
paradójicamente, a nuestra actual pobreza existencial, y al deseo, que descubro
en muchas miradas, de que algo grande pueda consagrarnos a cuidar afanosamente
la tierra en la que vivimos”
“Trágicamente, el mundo está perdiendo la originalidad de
sus pueblos, la riqueza de sus diferencias, en su deseo infernal de “clonar” al
ser humano para mejor dominarlo. Quien no ama su provincia, su paese, su aldea,
el pequeño lugar, su propia casa por pobre que sea, mal puede respetar a los
demás.”
“Genera una gran confusión enseñarles cristianismo y
competencia, individualismo y bien común, y darles largas peroratas sobre la
solidaridad que se contradicen con la desenfrenada búsqueda del éxito
individual para la cual se les prepara.”
“La educación no está independizada del poder, y por tanto,
encauza su tarea hacia la formación de gente adecuada a las demandas del
sistema”
“los niños no sueles tomar graves decisiones, sino que sus
padres, las personas a su alrededor y las formas culturales las toman por
ellos”
“estos chicos nos pertenecen como hijos y han de ser el
primer motivo de nuestras luchas, la más genuina de nuestras vocaciones”
“el ser humano siempre reencuentra su destino en su origen”
“Creo que lo esencial de la vida es la fidelidad a lo que
uno cree su destino, que se revela en esos momentos decisivos, esos cruces de
caminos que son difíciles de soportar pero que nos abren a las grandes
opciones.”
“La capacidad de convicción de nuestra civilización es casi
inexistente y se concentra en la capacidad de convencer a la gente de las
bondades de sus cachivaches, que a cientos de millones se ofrecen en el
mercado, sin tener en cuenta la basura que se acumula hora a hora, y que la
tierra no puede asimilar.”
“apenas el espíritu ha llegado al punto de la madurez, el
cuerpo comienza a debilitarse”
“Así, ya están entre nosotros los habitantes de otra manera
de vivir”
“El hombre no se puede mantener humano a esa velocidad. Si
vive como autómata será aniquilado.”
“…comprobar el pánico que subyace en la gente que vive tras
la exigencia del trabajo en las grandes ciudades. Es tal la exigencia que se
vive automáticamente, sin que un sí o un no haya precedido a los actos.”
“perdemos la oportunidad de habernos jugado, de llegar a
morir en paz, y permanecemos domesticados en la obediencia a una sociedad que
no respeta la dignidad del hombre”
“reconocer el lugar donde oponer resistencia, donde palpar
el espacio de libertad que está a las puertas”
“el mundo nada puede contra un hombre que canta en la
miseria”
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