23 August 2011

de Noruega para el mundo

Noruega habla al mundo.

6:12pm (hora europea), 22 de agosto de 2011 en este momento se cumple un mes del primer encuentro o reunión “organizada” con la intención de darse soporte y acompañarse en las situaciones de incertidumbre que se vivieron en Oslo, Noruega, a raíz de los devastadores acontecimientos de ese 22 de julio en horas de la tarde.




Cientos de miles de pequeños eventos similares fueron sucediendo e intensificándose en número durante esa noche, durante el día siguiente y hasta varios días después. En una sociedad de fuerte respeto al espacio personal y alto valor a la privacidad, los recuentos posteriores dicen que más de un 90% de las personas de Oslo y alrededores, pasaron la noche del 22 del mes pasado con al menos 1 persona más acompañándoles intencionalmente. Fueron encuentros de amigos, colegas de trabajo, de escuela, de clubes deportivos, encuentros religiosos, de inmigrantes, de vecinos de edificio, de residenciales, del barrio, a través de alguna estructura o simplemente espontáneo; la gente se reunía a “buscar” la forma de encontrar respuestas, entender, asimilar y quizás superar lo sucedido. Gente de todas partes, de ese largo y extenso país, durante estos últimos 30 días han visitado Oslo, no para ver los lugares de los ataques (como algún tipo de turismo depresivo) sino para estar con la gente de la ciudad.

El pueblo noruego respondió con flores, con amor, con democracia, la duda encontraba muy poco o ningún lugar, la decisión brotaba espontáneamente, la base social-demócrata no se rajó. El líder del Partido de los Trabajadores (de izquierda) actual Primer Ministro y cabeza del Estado, aplicó los principios de sus ideologías y los valores de la cultura escandinava y sirvió de imagen ante su pueblo que necesitaba confirmar lo que sentían: repudio a los actos terroristas y un deseo enorme de reponerse con una fuerte reacción al agresor (fuerte como él deseaba), pero fuerte acorde al sentir del pueblo, reaccionaron con pétalos y con la ratificación de la cultura de paz, de diversidad, apreciación multicultural y de la democracia que son fuertemente abrazadas por el pueblo noruego contemporáneo.

Volvieron las flores.


Más de 3,000 personas, incluidas personas directamente relacionadas a los incidentes, estuvieron visitando las zonas de los ataques la semana pasada y este fin de semana, por cuenta propia o usando los diferentes medios que el Estado puso a disposición de manera gratuita. Sin mucha cobertura mediática, iban y venían, se armaban grupos de simplemente amigos/as o de instituciones, por ejemplo más de 1,400 miembros de la juventud del Partido de Trabajadores (grupo que fue tiroteado) sostuvieron reuniones en estos últimos 5 días en la misma isla del incidente. Las familias sobrevivientes han recibido cientos de personas allegadas y/o visitantes, quienes vienen a darles apoyo, acompañamiento y empatía y han decidido que el centro de convenciones de la isla de Utoya en vez de ser usado como punto de recordatorio de la masacre se convierta en un Centro de Promoción de la Democracia para Jóvenes, y por eso desde ya se están colectando donaciones.




El fin de semana convirtió esos espacios en una lluvia de colores y aromas de flores; naturaleza que hace brotar el sentir de la gente, que valora la vida y no la muerte, que manifiesta y construye desde otro lenguaje; un lenguaje simbólico y contundente que, al igual que en el fin de semana de los hechos, no explotó en acciones coléricas ni peticiones de ajusticiamiento contra el agresor, en lugar de eso el enfoque fue hacia la vida, marchas vestidas de hojas, pétalos y amor por la paz y la preservación del diálogo y del sistema democrático en que se basa la justicia de la nación que ellos/as han decido tener.

Se cierra el mes de luto nacional.

Este domingo se hizo una masiva conmemoración donde se invitaron a sobrevivientes, familiares cercanos y turistas y moradores de la isla de Utoya que tomaron sus botes y se lanzaron a rescatar a los/as jóvenes que huían nadando de los disparos. Más de 6,700 personas presentes en una ceremonia de 2 horas totalmente laica que marcaba el fin del luto oficial, este evento fue también seguido por millones de personas por los medios masivos de comunicación (televisión, radio, internet, entre otros).




El discurso final dado por el Primer Ministro recoge el sentir colectivo en este evento: “hoy paramos el tiempo para recordar la muerte de nuestros queridos”; el reloj sigue su curso y cada minuto la aguja avanza, la vida continúa, pero en un país donde la cultura y la religiosidad priorizan esa continuidad se ha dado acceso a sentir la vida desde las emociones que despierta el acontecimiento más fuerte e impactante después de la segunda guerra mundial: tristeza y luto a toda esa nación.




En momentos como éste el Primer Ministro, quien ha tomado un importante rol de liderazgo ha lanzado fuertes reprimendas a medios de comunicación noruegos por desviar la atención de los eventos hacia él, hacia instituciones, otros/as políticos/as o incluso hacia el agresor, “esto es sobre las personas que murieron, sus familiares que les sobreviven y el pueblo noruego que les llora”.

La nación que construyen

Hoy a las 6:12pm (hora europea) se cumplió un mes desde que el pueblo Noruego tuvo un nuevo chance de escribir y ratificar quiénes son y cómo quieren construir su nación. Las miles de micro manifestaciones y la enorme manifestación a favor de la vida, son un signo de unión de todos los grupos poblacionales noruegos, y la sororidad escandinava y nórdica. Son incontables la cantidad de grupos de soporte, apoyo y terapia que se ofrecen a las personas que lo necesiten, sean estos con apoyo del Estado, organizaciones no-gubernamentales o iglesias, muy pocos con algún costo para quienes buscan de esos servicios, la mayoría de profesionales que ofrecen 1 o 2 horas voluntariamente. El mensaje es claro, llenaron las calles de Oslo con gente y las dejaron por 3 días llenas de flores, rodearon la isla de Utoya con velas y las empujaron con cánticos, como dijo el Rey de ese país, sobrepasaron la amenaza del terror “Como UN SOLO pueblo, UNA sola nación, juntos hemos vencido el odio, juntos hemos abrazado la apertura, tolerancia y convivencia”.



La consigna es que el odio se combate con argumentos, se ha hecho un llamado a estar atentos/as, a deconstruir y construir a partir de la diferencia, de la diversidad y las tonalidades; a llevar las ideas al debate público, oírles, argumentarles y darles un espacio democrático de expresión y participación. El pueblo noruego hoy cierra oficialmente el luto sobre sus muertos, pero lo hace confirmando que su fe en la libertad es más fuerte que el miedo, fe en una democracia y sociedad noruega abiertas, y fe en la capacidad de vivir libres y seguros/as en su propio país.

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